sábado, 15 de diciembre de 2007

Media gris, media violeta



Como silencio, mis labios.
Atando palabras, sonidos, instantes, respiros.
Cediendo al vaivén de unas manos... tus manos.
Intentando atrapar estrellas que se expanden y  se contraen,
Que se elevan y esfuman en un roce que no requiere explicación
Que no la tiene.

Que me intriga y atrae.
Que detiene entre mis piernas tu camino.

Deprimente, avismante. 

Tu espalda.
Atrae el otoño de mi memoria.


Fragmentos, tus ojos, 

me pierdo, me duermo, 
despierto, vuelvo a dormir.

Media muerta, 
media viva,
sintiendo, ¡aturdida!


Vacilo entre caderas, 

bajo,
Un poco más, un poco menos.
¡Observo!


Desleales tus piernas,
Vagando entre pares de dedos exaltado,
metamórficos, delirantes.
Entre torpes movimientos,

¡principiantes!

Media inquieta, media feliz,
cauta y pequeña, 

como indigente en tu poesía,
rondando por los pasajes de un libro,

que se ha dejado ver,
que ilumina y enlaza tus colores con 
los míos,
ahora veo violeta, antes gris.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

¡Me gusta!, ¡Me asusta!, ¡Me quema!



Mi mano tiembla… ¿Qué esta pasando?... mis ojos no dejan de parpadear… una y otra vez, cada vez mas rápido, cada vez mas continuo, cada vez cuesta más apartar la mirada de su rostro, ese rostro de rasgos sumamente finos, un poco tristes, un poco curiosos, un poco desgastados por el carrete, por el alcohol… mi vaso aun esta lleno, y continuo temblando. Siento una increíble sensación de nerviosismo, de intriga, de ganas, ¡Si!... ¡De ganas!, es eso. Es como si algo me impulsara a seguirla. Tengo miedo, ¡Demasiado miedo!, pero no puedo parar. Si miro atrás, si solo digo “no”, la pierdo, me pierdo, lo pierdo todo, el instante, el momento, el tiempo y el espacio... ¿Dónde me lleva?. Continuamos caminando. Está oscuro, bastante oscuro, bastante calmo, bastante de todo y de nada… mi vaso continua lleno… nos detuvimos. Creo que me cuesta respirar, comienzo a sentirla más cerca, ¡Sí!, esta más cerca, mucho más cerca que antes, mucho menos que después, cada vez más en mi, cada vez más en ella… Mi espalda se congela, la pared esta fría, muy fría, pero no importa, se que pronto desaparecerá esa sensación, su mano se acerca demasiado rápido, demasiado baja, con demasiada experiencia… ¡Me gusta!, ¡Me asusta!, ¡Me quema!, me quema poco a poco en las ganas, esas ganas que no puedo controlar, que intento resistir, que intento y no consigo evitar. Mi vaso ha caído, se ha derramado… ¡no me importa!... ¡Continúa insistiendo!. Parece disfrutar tenerme así, tan expuesta, pequeña y vulnerable. Tan yo y tan ella. Tan perfectamente incompetente, principiante, inexperta, tan niña. Tan enamorada. Tan miedosa y cobarde. Tan suya… Tan mía. No digo que pare, solo callo. Callo y emito uno que otro pequeño y escurridizo ruido, como queriendo ocultar lo que ocurre, como intentando negar lo que siento, lo que me hace sentir. ¡Avergonzada!, ¡si!, quizás, ¡Primeriza!, toda una mezcla de colores distintos, de sabores extraños, desconocidos, atractivos, encantadores, una orgía de olores, sonidos, imágenes. Todos fundidos en ella… Disfruto el momento, disfruto cada segundo. Su mano continúa doblegando mi orgullo a su favor. No me quejo, su boca no me permite decir no, ¡Tampoco quiero hacerlo!...
… ¿Qué pasa?... ¿Porque se detiene?... Acerca sus labios a mi frente y me besa… me mira con lastima, como sintiendo pena por mi - Lo siento, no sé porque lo hice, fue un error-. Y desaparece por la misma calle oscura, calma, de todo y de nada por la que me trajo, solo que algo más triste y desierta que antes… se estremece el espectro de mis emociones… ¡Creo que necesito otro trago!... o quizás, solo un poco de imaginación.